domingo, 4 de noviembre de 2012

Cristología Marcana

Cristología Marcana.

En ésta oportunidad,  analizaré a nivel "macro" el mensaje cristológico Marcano.
Tomando el hilo conductor desde Mc 1,1 hasta la confesión del centurión romano en 15,39.
No se pretende ser exhaustivo, en cada pasaje mencionado, sino como a modo de introducción analizado por el mismo lector. Si se pretende que para poder comprender el mensaje del evangelio se haga una lectura previa al evangelio según Marcos.
En esta ocasión se omitirá el autor, porque aunque sea Marcos o un autor pseudo-epígrafo, no es de gran relevancia, sino lo que más nos interesa en éste blog es tratar de descubrir el mensaje para los primeros lectores-oyentes. Si cabe mencionar fechas propuestas por eruditos, que es al rededor de los años 60 a 67 D.C. Antes de la destrucción del templo. A una audiencia romana, ya que es aquí donde se le menciona en la carta de Pedro antes de su fallecimiento en roma (1 Pe 5,13).


Como se ha mencionado anteriormente, los evangelios no son biografía al pie de la letra de la vida de Jesús, sino que en la vida de Jesús y su persona, se reflexiona a partir de él, para extraer mensajes de fe, mensajes de buena noticia.
Y en ésta ocasión se mencionará de manera transversal en el evangelio, la cristología propuesta del autor Marcano. Teniendo como punto clave la confesión del centurión romano en el cap. 15,39.



MARCOS 15:39 BLPH-ES

El comandante de la guardia, que estaba frente a Jesús, al ver cómo había muerto, dijo:
— ¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!

Después que Jesús en el evangelio según Marcos se negó a su identidad mesiánica, el escritor Marcano, nos revela la identidad de Jesús de una manera bien peculiar.
Jesús se negó al mesianismo para no ser nombrado un mesías con espada, es decir, se negó al mesianismo que esperaba la multitud (1,14-8,26). Se negó a también a la idea de mesías que se estaba formulando Pedro, cuando éste no quería un mesías sufriente, sino a un mesías de su expectativa, alguien superior, que no sufriera (8,27-33).
Sin embargo, el escritor Marcano comienza a revelar el mesianismo de Jesús cuando Jesús ya comienza a sufrir (8,27-16,8), y la primera oportunidad dónde Jesús no se niega a su mesianismo es frente a Pilatos (15,2-5), ¿porque? porque éste es el mesías que nos comienza a presentar el evangelios según Marcos, un mesías que se comienza a revelar en el sufrimiento, en lo simple de la vida,en lo simple de la vida del ser humano; como lo es el mismo sufrimiento. Sufrimiento que también simboliza la identificación solidaria con el ser humano. Y no en las "manifestaciones" extra-ordinarias: como los exorcismos (1,23-26, 34, 44a; 3,11-12;5,6-7, 19, 42-42; 7,36; 8,26), como la multiplicación de los panes, o en las sanidades. Tampoco se revela en la confesión de Pedro (8,27-33), sino que sólo da luces, ni aún en la transfiguración en el monte (9, 1-13). Hay no se revela la verdadera identidad mesiánica de Jesús, sino cuando comienza a demostrarse su "debilidad" humana.
Comienza a revelarse frente a Pilatos (15,2-5), cuando comienza su “sufrimiento”, su identificación verdadera con el ser humano. Se revela tal cual como el escritor Marcano pone en boca de Jesús en Mc 8,31 (9,30-32; 10,32-34); cuando el hijo del hombre tenga que sufrir, renunciar a la tentación mesiánica propuesta por los “demonios” y la actitud “ demoníaca” de Pedro (8, 33). Aquí comienza a revelarse ésta identidad mesiánica.

El punto culmine de la cristología Marcana se da en la confesión de un "centurión romano", un pecador. Y se da a los pies de la cruz, en el punto culmine del sufrimiento de Jesús, es allí donde se revela la verdadera identidad mesiánica de Jesús.
En el evangelio Marcano, la identidad de Jesús no se revela en su resurrección, sino en la cruz misma y en la confesión de un pagano. ¿QUE COSAS NO? ¡En la boca de un pagano se da a revelar la identidad mesiánica!, es decir, allí se revela Jesús: en la cruz y en la boca de un pagano; no en los milagros ni en las cosas más extra-ordinarias ni sobrenaturales cosas que pudo haber hecho, sino en la simple confesión de un pecador, y a los pies de la cruz, como el mesías sufriente.

Mc 15,39
El comandante de la guardia, que estaba frente a Jesús, al ver cómo había muerto, dijo:
— ¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!

"Al ver cómo había muerto". Al ver que su muerte fue provocada por su "revolución" dogmática, dándole el favor al ser humano, y su vida fue en servicio del ser humano, del prójimo; "al ver que como había muerto...." al ver el resultado de su vida apasionada en sanar y aliviar el dolor de los hombres. Al ver esta forma de vida, y por esa forma de vida ser condenado a muerte, por no vacilar en el dogmatismo, sino en la acción desenfrenada a favor de la vida. "Al ver como había muerto...."
..."dijo: verdaderamente "este hombre" era hijo de Dios". ¿Quién era hijo de Dios?, ese hombre crucificado, aquel HOMBRE que por consecuencia de su vida estaba ahí colgado en una cruz. ¡Ese hombre!, ese hombre fue reconocido como hijo de Dios, no por sus sanidades (ya que renunciaba a adjudicarse el titulo ante todas aquellas oportunidades de gloria mesianica), ni por todos los milagros, sino reconocido como hijo de Dios, en reconocimiento de su vida de entrega (..."al ver como había muerto": 15,39), una vida de mesías sufriente (de identificación con el ser humano), al ver que murió por ello, que su vida fue entregada por ello, es reconocido como hijo de Dios en el texto Marcano. No en la resurrección, sino en el resumen de su vida.
Así lo vemos desde el principio: "Este es el comienzo del evangelio de Jesús el cristo, el hijo de Dios" (1,1) y así lo vemos en la última declaración: "¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!" (15,39).
Jesús se revela al hombre, en la cruz. No en el símbolo de la cruz como muerte, sino una cruz como símbolo de una vida de servicio, una vida de entrega, entrega absoluta por el otro, entrega que llegó a costarle la vida.
Y así a nivel general, el redactor Marcano, nos muestra la cristología según su evangelio. Una cristología que no parte desde el cielo ni va para el cielo, sino más bien: una cristología que tiene implicancias aquí y ahora. Implicancias que llevan a todo seguidor de Jesús, llegar a ser reconocido como Hijo de Dios. La invitación de la cristología marcana es seguir a Jesús, como lo encontramos en los dos relatos del bautismo (1,10-11) y la transfiguración (9,7): "escuchadle a él".. y sólo en Jesús escuchando a Jesús, siguiendo su particular forma de vivir, como una vida de entrega desmedida y desinteresada por el otro, llegaremos ser llamados hijos de Dios.

Entender también que la revelación mesianica correcta, no se  ve en las cosas "extra-ordinarias", sino que en la vida, en la cruz. Cruz como símbolo de entrega en servicio por el otro. Allí nos encontramos a Jesús.






Bibliografía:

  • "Para leer el Nuevo Testamento", Etienne Charpentier, Editorial Verbo Divino. Comentario a evangelio según Marcos, pp. 78.
  •  "El evangelio según san Marcos", Cuadernos bíblicos N°15-16. Editorial Verbo Divino, pp. 17-23.