miércoles, 2 de enero de 2013

Comienzo del ministerio y evangelio de Jesús (1, 1-13)


Título.

1. Principio de la buena noticia de Jesucristo, el Hijo de Dios


Para el evangelista Marcano, la buena noticia del mensaje del reino de Dios en la historia humana comienza con Jesús el Cristo, el Hijo de Dios.
La buena noticia que viene para los hombres, se hace presente ya. Esa buena noticia que viene de Dios ya ha comenzado a manifestarse en medio de nosotros, y ha comenzado en la persona de Jesús.
El escritor Marcano ha identificado el mensaje evangélico en las acciones de Jesús. Y que estas mismas acciones han provocado la reflexión de que Jesús lo hayan identificado como el Cristo, el Hijo de Dios.
En el evangelio el escritor identifica el mensaje de la buena noticia de Dios en la persona de Jesús. Aquí los hechos provocados por él han sido los signos del reino de Dios, el mensaje de la buena noticia de Dios para los hombres, y en Jesús viene impregnado este mensaje, es decir, Jesús mismo ha sido el comienzo del reino de Dios en la historia humana.

Desde el evM se puede dar cuenta, de que el evangelista no está interesado de su nacimiento, su pre-existencia o desde su misma infancia. Para el escritor Marcano, es el mensaje que proyectó Jesús para sus conciudadanos. Por ello el evangelista nos presenta no al Jesús pre-existente, sino al Jesús histórico, y desde éste Jesús histórico al Jesús de la fe. Al Jesús que ha sido llamado y reconocido como el Cristo, el Hijo del Hombre e Hijo de Dios.

Cabe destacar entonces desde éste título del evangelio, presenta la buena noticia. Como el principio de la buena noticia de Dios para la humanidad, es Jesús. Jesús principio de este mensaje de Dios para historia humana, para la comunidad Marcana y nuestras propias comunidades hoy en día.

Identificando hoy el texto podemos notar tres cosas de las que nos quiere hablar el escritor. 
  • El evangelio está estrechamente ligado a la persona de Jesús. Es Jesús mismo la buena noticia. 
  • Jesús es el Cristo. Se sabe que el mensaje de la buena noticia es de Dios, pero para el escritor esta noticia tan esperada se cumple en Jesús, como el Cristo. 
  • Hijo de Dios. El escritor no sólo identifica a Jesús como el Cristo, sino que también lo identifica estrechamente como Hijo de Dios, no sólo por el hecho de ser Jesús, sino porque para el escritor, la vida y obras de Jesús lo identificaron como el Cristo y también como Hijo de Dios, confesión que termina desencadenándose e iluminando por completo la función mesiánica (1, 1b: Jesucristo, el Hijo de Dios) en el Hijo de Dios que está en la cruz, confesándolo por el centurión romano (15, 39). Cruz que ha sido el símbolo de la vida y obra de Jesús en el evM. 
De esta manera comienza a introducir al lector – oyente del evangelio, a la historia de Jesús; que ha llegado ser la buena noticia.

Predicación de Juan el Bautista


2 Así está escrito en el libro del profeta Isaías:
Mira, yo envío mi mensajero delante de ti
            para que te prepare el camino. (Ex 23, 20; Mal 3, 1)
3 Se oye una voz: 
alguien clama en el desierto:
“¡Preparen el camino del Señor;
abran sendas rectas para él!”. (Is 40, 3)
4 Juan el Bautista se presentó en el desierto proclamando 
que la gente se bautizara como señal de
 conversión para recibir el perdón de los pecados. 
5 La región entera de Judea y todos 
los habitantes de Jerusalén acudían a él, 
confesaban sus pecados y Juan los bautizaba
 en las aguas del Jordán. 
6 Juan iba vestido de pelo de camello, llevaba un cinturón de cuero
 y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.

7 Y lo que proclamaba era esto:
          Después de mí viene uno que es más poderoso que yo. 
Yo ni siquiera soy digno de agacharme para
desatar las correas de sus sandalias. 
Yo los he bautizado a ustedes con agua, (Is 11, 2)
 pero él los bautizará con Espíritu Santo.

Una de las cosas más recurrentes en estos pasajes del evM, es como el autor comienza a conectar el mensaje de la buena noticia (evangelio) de Jesús con las palabras de uno de los profetas más importantes con respecto al mesías liberador, Isaías. 
Se debe comprender que el título va ligado a los pasajes mesiánicos de Isaías, tratando de comprender el escritor que el mensaje de Isaías se comienza a cumplir en la persona de Jesús. Como el mensaje liberador y esperanzador, por ello lo conecta directamente y hace alusiones al rollo de Isaías.

El autor también conecta las palabras de Isaías con Juan el bautista. Identificándolo entonces con la punta de flecha que viene cortando el viento para la entrada del reino de Dios por medio de Jesús, el Cristo. 
Juan el bautista entonces no sólo se transforma en un personaje más, sino que en el cumplimiento de Dios, quien tendría que abrir paso a las enseñanzas del nuevo reinado de Dios, un reinado que proclamaría Jesús.

El escritor trata de conectar estos "vaticinios" del A.T. a el mensaje evangélico de Jesús. Mostrando así entonces a Juan como el cumplimiento de estos vaticinios.

Ex 23, 20 - Yo enviaré un ángel delante de ti, 
para que te proteja en el camino, 
y te introduzca en el lugar que te he preparado

Uno de las primeras alusiones del escritor se puede encontrar en Ex 23, 20. De esta manera el autor logra ver en este pasaje un vaticinio que se debe cumplir en la persona de Juan el bautizador. Utilizando así un paralelo entre el “ángel” que ayudó en el camino de Moisés, también busca darle un sentido a la función de Juan, para el “nuevo Moisés”, es decir, el nuevo liberador.
Lo mismo se ve con el profeta Malaquías:

Malaquías 3, 1 Miren, yo envío mi mensajero para que abra camino delante de mí. 
Luego el Señor a quien ustedes buscan vendrá súbitamente a su Templo.
 Vean cómo viene el mensajero de la alianza a quien ustedes desean
 —dice el Señor del universo—

Interesante los versos del contexto de Malaquías,él preparará el camino, como el escudero del rey, o como el arado en la tierra. Juan no solo es presentado en el contexto de Malaquías con la función de un precursor más del mensaje de Dios, sino como un profeta de Dios. Profeta que iniciará el camino que deben tomar las personas para llegar al encuentro definitivo con Dios en su reino, "arrepentimiento" y "volverse a Dios".
Volverse a Dios en un acto primero de seguimiento de Jesús. Y como es presentado en Malaquías, "el mensajero de la alianza", quien instaurará el reino de Dios (Mal 3, 1-5).

En Malaquías 3, 23 es mencionado a Elías, pero alguien como Elías para preparar el camino de Dios, es decir, alguien con la misma autoridad de Elías, alguien que sería tan grande como el mismo profeta. Pero no más grande que el Mesías. Así nace entonces esta tradición de que Elías, un gran profeta anunciaría la llegada del reino de Dios por medio del Cristo.

Juan, el bautista es presentado como un profeta, y lo podemos notar en la descripción que hace el evangelista de él con respecto a sus ropas: El vestido de pelo que lleva es el de los profetas (Zac 13,4), y su Cinturón de cuero alrededor de la cintura recuerda el de Elías (2 Re 1,8).

En Malaquías 3, 23 es mencionado a Elías, pero alguien como Elías para preparar el camino de Dios, es decir, alguien con la misma autoridad de Elías, alguien que sería tan grande como el mismo profeta. Pero no más grande que el Mesías. Así nace entonces esta tradición de que Elías, un gran profeta anunciaría la llegada del reino de Dios por medio del Cristo.

Juan, el bautista es presentado como un profeta, y lo podemos notar en la descripción que hace el evangelista de él con respecto a sus ropas: El vestido de pelo que lleva es el de los profetas (Zac 13,4), y su Cinturón de cuero alrededor de la cintura recuerda el de Elías (2 Re 1,8).

Interesantes conexiones del escritor con los vaticinios del A.T. Vaticinios que buscan conectar el mesías esperado con las menciones históricas de este salvador. Introduciendo poco a poco la esperanza mesiánica de Dios por medio de Jesús, llegando al profeta Isaías:

Is 40, 3 Una voz anuncia a gritos:
“Preparen en el desierto
un camino al Señor,
allanen en la estepa
una senda a nuestro Dios



Cosa interesante resulta ver como el escritor comienza entonces a enlazar poco a poco la esperanza mesiánica en Jesús, y como Jesús es la esperanza dada por Dios a los antiguos.

Dentro del relato de Isaías 40, 1-11 se ve al mesías que busca restaurar todas las cosas. Lo interesante es lo que el anunciante también proclama antes de la llegada definitiva del mensaje de Dios por medio de Jesús.

...Una voz anuncia a gritos:...

Una voz, es decir, ya alguien a voz fuerte comienza a anunciar lo próximo que está introduciéndose a la historia humana. El mensaje de Dios está aproximándose, y debe ser anunciado a voz en cuello. Con bombos y platillos, que no pase desapercibido este mensaje de Dios para la mujer y el hombre.

El escritor no sólo quiere demostrar el cumplimiento; quiere demostrar que la buena noticia de Dios la debemos anunciar sin quedarnos callados, sino ser promotores de esta buena noticia de Dios que está llegando para todo ser humano y la creación.

...“Preparen en el desierto
un camino al Señor,
allanen en la estepa
una senda a nuestro Dios.

Hay algo más en este relato evangélico de parte de Dios, su camino.
Un camino que se encuentra en el desierto, desierto que ha significado mucho para las comunidades judías. Un desierto que había sido el hogar de muchos judíos. Pero un hogar que ha significado el encuentro con Dios, una vida de experiencia de Dios con el pueblo. Pero un desierto que también ha significado el encuentro personal con Dios, y a base de ese encuentro tuvieron transformaciones diversas en este desierto.
De esta manera el escritor busca identificar a la comunidad con este relato, llevando a la comunidad a acercarse a Dios y prepararse a encontrarse con él en medio del desierto, y que en este desierto surja tal convicción de estar comprometidos con Dios y su voluntad del mensaje de Jesús, el reino de Dios. Un mensaje que requiere preparación y cambios, cambios que se aprenden y viven en el desierto, como Moisés, el pueblo, Elías, etc., etc.
Es decir, el escritor los quiere introducir a un nuevo éxodo con Jesús.

Como era la costumbre judía, para los prosélitos, era muy común que al adoptar la nueva fe se hicieran bautizar como símbolo de aceptación de la nueva fe, y una ceremonia pública de esta decisión. Aquí se presenta Juan, “preparando el camino” del Mesías. Proclamando la buena noticia de Dios, anticipando que la actitud de todo hombre y mujer debe ser de dejar de vivir a la misma manera y volverse a Dios, para caminar en su reino. El reino que será proclamado por Jesús. Juan busca entonces poder llevar a las personas al conocimiento del Mesías a las personas, mediante el encuentro en “el camino del desierto”, para encontrarse con el Dios de justicia según Isaías 40, y como seguirá mencionando más adelante.

Juan presenta luego al Mesías, como alguien tan superior que él (Juan) no se siente digno de servir al Mesías. Presentando así a Jesús como una figura importante, el Cristo. Digno de ser llamado así, por su vida y obra. Juan advierte que el que viene después de él, es mucho más digno. Y que él (Jesús) bautizaría con el poder de Dios. Siguiendo la misma línea del mesianismo de Isaías.

Is 11, 2 - El espíritu del Señor en él reposará:
espíritu de inteligencia y sabiduría,
espíritu de consejo y de valor,
espíritu de conocimiento y de respeto al Señor.
Se inspirará en el respeto al Señor.

El espíritu de Dios será quien respalde toda acción de Jesús, su bautismo como Cristo será la inserción a la familia de Dios, al reino de Dios.
Bajo el contexto de Is 11, 1-10; que presenta un mesías justo, respaldado por el poder de Dios, con la guía misma de su Espíritu liberador, será el mismo liberador de quienes lo sigan.
El escritor busca como conectar a Jesús con el A.T. para darlo a conocer como el Mesías, así utilizando los mejores pasajes por él conocidos de Isaías. Pero no sólo para darlo a conocer como Mesías con bases teológicas, sino que para la comunidad que le escribía pudieran comprender que Jesús como Mesías, vino a enseñar que sería el liberador de todo ser humano, como lo mencionan los textos citados del A.T.; y así la intención de citarlos en aquel orden, dando cumplimiento a todos estos vaticinios mesiánicos en Jesús. 

Juan bautizaba en el Jordán, y venían todos a él confesando sus pecados y arrepintiéndose. 
El Jordán, el río. Un río que ha sido muy significativo en el A.T. y mencionado mucho en Josué y Elíseo cuando recibe la doble porción de “espíritu” de Elías. Ahora mismo no se hará una reflexión con respecto al río, ya que se mencionará más en el mismo bautismo de Jesús, y la implicancias teológica que este tiene en el relato del bautismo de Jesús. 
A Juan se acercaban para ser bautizados, confesando los pecados, como en los rituales de perdón de pecados, pero no sólo en el perdón ritualista, sino como un perdón ofrecido por Dios para las personas, un perdón como don divino de Dios, con la sola exigencia de no volver a vivir de la manera injusta en que han vivido. Sino de entrar en el reino de Dios. 

Perdonados para participar del reino. Esto ha sido de mucha controversia, porque ¿Jesús necesitó ser perdonado de pecados? Siempre hemos afirmado que no, entonces ¿Por qué el relato presenta a Jesús acercándose a Juan para ser bautizado? Más bien, Jesús no fue para arrepentirse de pecados, sino para encontrarse con Dios en definitiva para el inicio de su ministerio. Asumir su responsabilidad mesiánica y asumir el reto para con Dios y de esa manera ligarse a Dios de manera más íntima y estrecha. Para caminar junto con él en el camino del “nuevo éxodo”, del reino de Dios.

El escritor Marcano entonces busca poder llamar a la comunidad a encontrarse con este Jesús que ha sido obediente a Dios. Enseñando que Jesús a pesar de su estado mesiánico se acercó a Juan para ser bautizado y sumarse al proyecto de Dios. 

También poder enseñar una cristología correctiva, es decir, ante un Mesías que se espera que guíe al pueblo de Dios a cambiar las cosas con intervenciones políticas, el Mesías presentado por Jesús es más bien el mensajero de Dios que trae la paz a la tierra, desde los corazones de las personas, cambiando primero los corazones para transformar las sociedades. Asumiendo los contextos ya mencionados anteriormente, se puede concluir que Jesús es en esencia el principio de la buena noticia de Dios para la humanidad. Jesús como el Cristo busca poder mejorar las cosas en la historia humana, mostrando a Dios como interviene en la historia de la salvación. Y mostrando que el Jesús como Cristo busca la reconciliación de Dios con su pueblo, según el Mesías de Isaías.


El escritor Marcano pone en boca de Juan una oración que le da más autoridad aún a la persona de Jesús:

…él los bautizará con Espíritu Santo.

El bautismo de Juan es un “símbolo” ejecutado para la demostración de arrepentimiento y un vuelco de vida para una nueva perspectiva, la perspectiva del reino de Dios por medio del Mesías. Sin embargo, el evM nos dice que el Mesías bautizará con el Espíritu Santo, es decir, a partir del seguimiento de Jesús nos motivaremos con la fuerza que motivo a Jesús continuar el camino del reino de Dios. Para continuar ese mismo camino con la fuerza del Espíritu Santo, con la motivación de Dios por los demás y para los demás.









Bibliografía:
- Para vivir el evangelio. Lectura de Marcos. Xavier Pikaza, Editorial Verbo Divino 1997, pp 22-25.
- El evangelio según san Marcos. Josef Schmid, Biblioteca Herder 1967, pp 25-38.